SALUD

HIGIENE DE MANOS

Durante siglos la higiene de manos se ha considerado una medida higiénica básica para prevenir infecciones no solo en los hospitales sino también en la comunidad, pero no fue hasta 1847 que Ignaz Semmelweis en Viena y Oliver Wendel en Boston relacionaron explícitamente la adquisición de infecciones con la higiene de las manos. En Viena, en el año de 1847, el Dr. Ignaz Semmelweis (1818‐1865) introdujo nuevas pautas institucionales y de comportamiento que involucraban el lavado de manos con el fin de reducir la tasa de fiebre puerperal entre las mujeres que daban a luz en la Clínica Obstétrica del Hospital General de Viena, el Allgemeines Krankenhaus.
Actualmente se dispone de suficiente evidencia científica que demuestra que esta medida, sencilla y barata puede ayudar a reducir las infecciones de forma clínica y sanitariamente significativa. A pesar de ello, los estudios publicados muestran que la higiene de las manos se realiza sólo entre un 15 y un 50% de las veces en las que debería llevarse a cabo.
En estos momentos, la acción que se recomienda con más frecuencia, y sobre la que existen más pruebas científicas, es la fricción de las manos con preparados alcohólicos. Los preparados con alcohol se prefieren cuando en las manos no hay suciedad visible, ofrecen mayor facilidad de
aplicación, son más rápidos y eficaces y presentan menos efectos secundarios en la piel.


Ana Márquez Guerrero



TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO

ANOREXIA NERVIOSA
Los requisitos de la Asociación Americana de Psiquiatría para un diagnóstico de ANOREXIA son similares a los de la mayoría de los autores. Incluyen:
1) Rechazo a mantener un peso corporal normal (pérdida de peso para mantenerlo por debajo del 15% respecto al fisiológico o incapacidad de mantener un peso suficiente para la aparición de la menarquía).
2) Temor intenso a ganar peso o a ser gruesos aunque se tenga un peso inferior al normal.
3) Distorsión en la manera de percibir el peso, la forma o el tamaño del cuerpo.
4) En las mujeres amenorrea.
Conductas características:

·         Realizar dietas muy severas: comer extremadamente poco, evitando ciertos alimentos por considerarlos "prohibidos".
·         Rituales obsesivos en la alimentación:
o    desmenuzar los alimentos en porciones excesivamente pequeñas, saboreándolos lentamente, para finalmente haber ingerido una escasa cantidad en el mismo lapso de tiempo asignado a la comida
o    preparar comida para otras personas con el objeto de "llenarse visualmente"
o    controlar permanentemente las calorías ingeridas (memorizar las cal. de cada alimento según tablas, escudriñar los envases, utilizar calculadora, llevar agenda calórica)
·         Evitar concurrir a reuniones donde pueda verse obligado a comer, recurriendo a todo tipo de excusas, a veces ridículas.
·         Actividad física excesiva.
·         Esconder su cuerpo bajo ropa muy holgada, evitando trajes de baño.
·         Usar colores oscuros en la vestimenta, los que lo hacen parecer más delgado.
·         Abuso de edulcorantes.
·         Pesarse varias veces al día, desnudo y con balanzas exactas. Tener balanza propia, comparando con otras.
·         Puede haber episodios de ingestas compulsivas de comida (atracones) luego de lo cual se recurre a conductas compensatorias como vómito provocado o uso de diuréticos y/o laxantes para eliminar lo ingerido. En este caso en particular se habla de Anorexia Nerviosa de tipo "Bulímico" o "Bulimarexia". Si el paciente nunca tuvo episodios de este tipo, se habla de Anorexia Nerviosa de tipo "Restrictivo".
·         Ayunar periódicamente, en ocasiones durante varios días.
·         Constante preocupación acerca de la comida. Discurso monotemático; las conversaciones giran alrededor de ciertos temas recurrentes: las calorías, el peso, las dietas.
·         Contemplarse a sí mismo en toda circunstancia en que se halle frente a un espejo, vidrio o cualquier superficie que refleje su imagen. Análisis exhaustivo de las formas corporales.
Signos Fisiológicos Corporales – Síntomas:

·         Disminución de peso significativa con atrofia muscular y prominencias óseas (ej.: costillas y escápulas visibles).
·         Excesiva sensibilidad al frío.
·         Piel pálido-amarillenta, reseca. Puede haber acné y pérdida significativa del cabello, debido a anemia y trastornos hormonales.
·         Debilidad y mareos.
·         Palpitaciones. Rítmo cardíaco alterado, hipotensión.
·         Calambres musculares.
·         Halitosis (mal aliento).
·         Agrandamiento de las glándulas parótidas.
·         Constipación.
·         Meteorismo (gases intestinales).
·         Trastornos auditivos (sensación de un "eco") por pérdida del tejido graso en áreas específicas del oído.
·         Propensión a las infecciones debido a inmunodeficiencia (anginas a repetición, bronquitis, resfriados frecuentes, ganglios palpables).
Trastornos en la esfera psíquica:

·         Alteraciones en el carácter: ira, irritabilidad, agresividad.
·         Inseguridad, sensación de incapacidad para desempeñarse en innumerables tareas (ej.: conducir automóviles, disertar en público, rendir exámenes).
·         Sentimiento de culpa y autodesprecio tras la ingesta de comida.
·         Ansiedad desmedida. Frecuentes casos de tabaquismo.
·         Insomnio.
·         Aislamiento social.
·         Desinterés sexual.
Dificultad de concentración y aprendizaje.

Ana Márquez Guerrero

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